ROSA CASTILLO VARÓ

Inicio profesional
Además de su familia, Rosa contó con el gran apoyo de Manolín Núñez, su entrenador de aquel momento. Éste le ayudó a impulsar su carrera profesional en el futbol, pues fue quien le presentó a la seleccionadora andaluza y la llevó a Sevilla a hacer pruebas. Allí en cuanto la vieron, vieron su potencial y la mandaron a jugar a Irlanda.
Ni en Cádiz ni en Sevilla tenían equipos femeninos, pero el Málaga sí tenía y le dieron de alta allí. El problema es que tenía que moverse de Barbate a Málaga todos los fines de semana, algo que le supuso bastantes problemas, hasta que se fundó el Ispali en Sevilla y se fue allí para estar mas cerca de su ciudad.
Allí estuvo durante 1 año, hasta que el entrenador del Levante la vio y la mandaron a Valencia a un club profesional, siendo el primer fichaje nacional que hizo el Levante.
Barbateña
Rosa Castillo nació el 12 de diciembre de 1974 en Barbate, Cádiz, ciudad donde iniciaría su pasión por el futbol, llegando a convertirse en un incono del futbol femenino.
Sus inicios fueron inicios difíciles, ya que hace 30 años la mujer deportista o futbolista no estaban bien vistas, la sociedad la encasillaban en otras labores como las del hogar, nunca la relacionaban con los deportes, pero Rosa siempre confió en si misma, al igual que su familia, su hermano, su cuñado… Siempre han estado apoyándola desde el día 1.
Empezó jugando en la escuela deportiva de Barbate, ya que no había equipos femeninos, en donde solo había dos chicas más además de ella (Marisa y Paqui). Ellas no veían una salida en ese campo, pero Rosa siempre confiaba en que su futuro era ser futbolista.
Y así fue, quien diría que años más tarde, su cuñado López, el cual tenía una tienda de muebles, se pasaría los días enseñándole a clientes y resto del pueblo de Barbate el debut de Rosa en Irlanda publicado en el periódico.
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Rosa Castillo
La cara invisible del fútbol
Rosa Castillo se arriesgó por completo yéndose a 800 km de su casa sin saber si le iría bien o no, pero quería intentarlo y le salió bien con su pasión, con sus ganas, con su trabajo, con su sacrificio, su constancia…
En entrevistas defiende mucho el valor de la mujer en el fútbol, afirmando que todos somos personas, tanto hombres como mujeres y merecemos el mismo reconocimiento y las mismas oportunidades.
Dice también que como al principio nadie confiaba en los equipos femeninos, nadie daba dinero para ellos, han tenido que obligar a los clubes masculinos a reabsorber a los femeninos, para que inyecten algo de dinero y potenciar así el fútbol femenino.
El Levante apostaba por la mujer futbolista desde el primer momento, debido a que había una en el equipo, que creía y luchaba mucho para que se consiguiera. Eb sus comienzos, Rosa se tenía que poner a entrenar en la puerta del Ayuntamiento de Valencia para que se dieran cuenta de la realidad y le dieran un campo para entrenar. Le empezaron a pagar el piso, le dieron un sueldo… Fue un paso importante para el fútbol femenino.
Ella habla del fútbol femenino como una explosión de la mujer futbolista que acaba de empezar, y anima a las niñas a luchar por sus sueños y respetar sus aficiones y metas, sean las que sean.
En esta entrevista Rosa Castillo explica la evolución que ha tenido el futbol femenino en comparación a los tiempos en los que ella jugaba.
1997 fue el año en el que la selección española participó por primera vez en la fase final de una Eurocopa. Eran unos años complicados. El incipiente fútbol femenino de entonces generaba dudas. Era un completo desconocido para los españoles y también allende nuestras fronteras.
